* Juanita Casas - Las Rimas con Movimiento son un recurso sencillo pero muy útil para ayudar a madurar el sistema nervioso central (funciones como coordinación, memoria y planeación, entre otras) y estimular el desarrollo infantil de manera divertida.
Las rimas con movimiento han cobrado especial importancia en la actualidad, pues han demostrado ser muy eficaces para ayudar a compensar los efectos nocivos de dos factores que interfieren cada vez más con el desarrollo de los niños: el sedentarismo y la frecuente exposición a múltiples estímulos sensoriales difíciles de procesar.
Este tipo de rimas resultan muy efectivas para ayudar a los niños a interactuar, centrar la atención, ejercitar la memoria, mejorar la coordinación, desarrollar el lenguaje y promover el desarrollo físico y sensorial. Así pues, facilitar este tipo de actividades musicales con movimiento a niños en edad preescolar ayuda a sentar bases para un sano desarrollo que más adelante se verá reflejado en diferentes ámbitos de la vida.
Las rimas con movimiento son un recurso que puede usarse desde que los niños son muy pequeños; deben proponerse con alegría, a manera de juego, en un ambiente relajado y su ejecución debe ser siempre placentera. La idea no es enseñar, sino dar un modelo que los niños puedan imitar libremente.
Cuando se trata de niños menores de dos años, lo más indicado es usar rimas muy cortas y mover o tocar a los niños, siguiendo con ellos las “indicaciones” o el ritmo de la rima. A partir de esa edad, puede invitarse a los niños a imitar o realizar movimientos asociados a la rima, respetando siempre sus tiempos y ritmos individuales.
Es muy importante recordar que la repetición es básica para el aprendizaje, es precisamente por eso que a los niños les encanta repetir. Resulta entonces necesario motivar a los niños a repetir las rimas varias veces ya que, sólo así, comenzarán a aprenderlas y podrán ir perfeccionando su ejecución.
Se recomienda iniciar con rimas y movimientos simples y simétricos, sin desplazamientos, por ejemplo moviendo ambas manos a la vez. Poco a poco se pueden introducir movimientos cruzados y comenzar a involucrar movimientos con las piernas y desplazamientos, como saltos en uno o dos pies.
La clave para el éxito está en que las rimas sean ofrecidas sin exigencias, con mucha paciencia y aceptando que cada niño las aprovechará de acuerdo a su nivel evolutivo.
LAS RIMAS SIEMPRE SE HACEN BIEN; con paciencia y práctica, todo llega.
Así que, a jugar!
Recuerden que “La práctica hace al maestro”