* Juanita Casas Carvajal
Con frecuencia sucede que los niños en edad preescolar muerden en determinadas situaciones. De la forma como los adultos manejamos la situación depende qué tan pronto desaparezca este comportamiento.
Por eso, dedico este espacio para hablar sobre qué podemos hacer cuando un niño muerde.
Muchas veces, cuando los niños son muy pequeños, buscan experiencias sensoriales y morder es una “buena” alternativa para satisfacer esta necesidad. Morder es sin duda un comportamiento inaceptable, pero carente de mala intención: no podemos pensar que un niño muerde para hacer daño pues ni siquiera entienden que lo causa...
Cuando niño pequeño muerde, normalmente se debe a que su lenguaje aún no está los suficientemente desarrollado para que pueda expresar sus deseos o necesidades. Puede ser que enfrente una situación en la que se siente amenazado y, al carecer de lenguaje, su reacción es morder.
Una buena estrategia para prevenir que estos mordiscos se vuelvan habituales consiste en volcar la atención al niño que ha recibido el mordisco, procurando siempre mantener la calma. No se gana nada gritando o castigando al agresor, quien actuó de esa manera porque no supo manejar sus propias emociones.
Mi recomendación es decirle seriamente "no debes morder, mira como llora tu amigo, lo mordiste y eso le dolió mucho”; inmediatamente se cambiar de actividad y consentir al “mordido”. Es muy importante tratar de establecer por qué un niño muerde, revisar si se sintió amenazado, si fue una reacción al sentir que "invadían" su espacio, mirar si está cansado, etc. Determinar la causa permite prevenir este comportamiento.
Como recomendación final, nunca se debe morder al niño demostrarle lo doloroso que resulta un mordisco.mordiéndolo a él, pues el mensaje que recibe es que a veces está bien morder a los demás.
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