* Juanita Casas - Son cajas que contienen objetos de diferentes materiales y texturas para motivar a los niños a que experimenten con ellos, los toquen, los vean caer y escuchen cómo suenan.
La caja utilizada debe ser lo suficientemente grande para que los niños puedan explorar con libertad e incluir diferentes recipientes que ellos puedan llenar, vaciar y usar para crear su propio juego.
Se pueden crear cajas con diferentes temáticas , personalizarse de acuerdo a los intereses de los niños o trabajar conceptos específicos.
Las cajas sensoriales son una herramienta de aprendizaje muy valiosa y pueden usarse desde que los niños son muy pequeños.
He aquí algunos de sus beneficios:
• Tienen efecto calmante, así que ayudan a que los niños se mantengan concentrados y aprendan mientras se divierten jugando.
• Estimulan los sentidos y ayudan a comprender sensaciones como tocar, ver, oír, oler y en algunos casos “probar”...
• Ayudan a desarrollar destreza manual y adquirir habilidades como llenar, verter y vaciar.
• Aportan nuevo vocabulario y desarrollan el lenguaje
• Son útiles para todas las edades. A medida que los niños crecen, la experiencia puede usarse para trabajar conceptos (forma, color, tamaño, cantidad, uso) y desarrollar habilidades de pensamiento cada vez más complejas (clasificar, encontrar parejas, etc).
• Propician habilidades de juego.
Cómo hacer una caja sensorial?
Se necesita una caja o vasija suficientemente grande para que los niños puedan explorar libremente.
• Se debe poner dentro algún grano (como arroz, lentejas, avena en hojuelas o tornillos de pasta), espuma, arena, confeti, gel para el pelo o sal gruesa, por ejemplo. La variedad es amplia y con algo de creatividad, el resultado será sorprendente.
• Luego, se debe elegir un tema para la caja, por ejemplo, animales domésticos para crear una granja, animales del mar para crear un acuario, un color, una forma, etc.
• La idea es dejar jugar a los niños libremente; pueden poner palas, coladores, cucharas y/o tazas plásticas para hacer el juego más divertido.
RECUERDEN: todas las cajas deben ofrecerse bajo estricta supervisión de un adulto.
Algunas ideas para hacer más atractivas las cajas sensoriales:
• Teñir arroz o sal gruesa con colorante vegetal para hacerlo más llamativo
• Añadir astillas de canela, hierbas aromáticas o algo que estimule el olfato y enriquezca la experiencia.
• Utilizar gelatina o batido blanco para que los niños puedan llevárselo a la boca y “probar”
Las cajas sensoriales no tienen límites. Lo único importante es presentar su contenido de manera que atraiga el interés de los niños y permitir que se ensucien, experimenten y se sorprendan mientras aprenden.