* Juanita Casas - Por qué algunos niños encuentran difícil mantener una buena postura, se llevan todo a la boca y/o se tropiezan con frecuencia?
La propiocepción es el sentido que nos permite saber la ubicación de las partes de nuestro cuerpo en el espacio, aunque no nos estemos mirando.
La propiocepción interviene en el control y coordinación de los movimientos, el equilibrio, el ajuste automático de las posturas, las funciones manuales, la medición de la fuerza necesaria para coger objetos y los movimientos orofaciales, entre otros.
Niños que ejercen tanta presión al escribir que parten la mina del lápiz constantemente, niños que no saben medir la fuerza y terminan derribando a un amigo a quien sólo querían abrazar, niños que son calificados de “torpes” porque son lentos, se tropiezan o se caen con frecuencia, muy seguramente no tienen una buena propiocepción. Lo mismo puede suceder con niños que son “mal” llamados “hiperactivos” porque están en constante movimiento, muerden o se chupan lo que esté a su alcance.
En la mayoría de los casos, estos niños necesitan trabajo propioceptivo que les ayude a madurar su sistema de manera que desaparezcan reflejos que aún están activos y deberían haber desaparecido a su edad. Para favorecer un desarrollo adecuado es importante realizar con los niños, ojalá a manera de juego, actividades como localizar diferentes partes del cuerpo con los ojos cerrados, hacerles masajes, motivarlos a trepar, colgarse, arrastrarse, subir y bajar por planos inclinados y escaleras, pasar por túneles “apretados”, empujar cosas, soplar, caminar con los ojos cerrados, jugar con plastilina, pintar con los dedos, etc.
Los invitamos a usar la imaginación y divertirse jugando con sus hijos en casa mientras activan se sentido propioceptivo.
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